Bienvenidos a El Almacén

Lo que embellece al desierto es que en alguna parte
esconde un pozo de agua.

Antoine de Saint-Exupery (1900-1944) Escritor francés.

lunes, 9 de noviembre de 2015

En el Día de la Tradición

Programa Razón Social sobre la tradición emitido el 10 de noviembre de 2007 pr canal 2 de Cablevisión Balcarce.


martes, 3 de noviembre de 2015

La última carta...

El 1º de diciembre de 1828 el general unitario Juan Galo de Lavalle encabezó una
revolución contra el gobierno del coronel Manuel Dorrego, quien en 1827 había sido elegido gobernador y capitán general de la provincia de Buenos Aires. Ese mismo día Lavalle fue nombrado gobernador interino mientras Dorrego se retiraba a la campaña con el objeto de reunir fuerzas para resistir el alzamiento. Pocos días más tarde Dorrego fue capturado y el 13 de diciembre, sin proceso ni juicio previo, fue fusilado por orden de Lavalle.
Esta es la carta que Dorrego le escribe a su esposa poco antes de ser ejecutado.


Transcripción:

"Mi querida Angelita:
En este momento me intiman que dentro de una hora debo morir; ignoro porqué; más la providencia divina en la cual confío en este momento crítico así lo ha querido. Perdona a todos mis enemigos y suplica a mis amigos que no den paso alguno en desagravio de lo recibido por mí.
Mi vida, educa a esas amables criaturas, se feliz ya que no lo has podido ser en compañía del desgraciado.

Manuel Dorrego




fuente: Archivo General de la Nación

No hay camino hacia la verdad

La verdad es verdad, es una y única. No tiene matices ni caminos; ningún camino conduce a la verdad. No hay camino hacia la verdad, ella debe llegar a uno. Y solo puede llegar cuando su mente y corazón son sencillos y tienen claridad, cuando hay amor en su corazón; no si su corazón está lleno de las cosas de la mente. Cuando hay amor en su corazón, no habla de organizarse y formar una hermandad, no habla de creencias, no habla de división o de las fuerzas que crean división, no busca reconciliación. Entonces, uno no es más que un ser humano sencillo, sin etiqueta, sin patria. Esto significa que debe despojarse de todas esas cosas, y permitir que la verdad se manifieste; y ella solo se puede manifestar cuando la mente está vacía, cuando la mente deja de inventar cosas; entonces llega sin que se la invite. Llega tan rápida como el viento, inadvertida. Llega secretamente, y no cuando uno mira y desea. De repente está allí tan rápidamente como la luz, tan pura como la noche; pero para recibirla el corazón debe estar lleno, y la mente vacía. Ahora tiene la mente llena y su corazón está vacío.

J. Krishnamurti, Obras Completas, Tomo V, Benares, India 1949

Acerca del diálogo

Dos monólogos no hacen un diálogo

Según la definición formal, “el diálogo es una forma oral o escrita en la que se comunican dos o más personas en un intercambio de información.”
En el ambiente literario surge como género en la Grecia de Platón, quien se caracterizó por iniciar una forma novedosa e incisiva de la búsqueda de la verdad.
En resumen, intercambio de información y búsqueda de la verdad.
¿Qué es lo que buscamos cuando iniciamos una discusión? ¿Encontrar la verdad o imponer lo que suponemos es la verdad,  nuestra verdad?
Generalmente esos intercambios terminan con la frase: “bueno, eso es lo que yo pienso” sin importar la información que el interlocutor nos acaba de dar. A veces esa información es contundente y no admite dudas. Pero al tratarse de preconceptos fuertemente arraigados es mucho más difícil que el diálogo tenga sentido y, a veces, termina en una guerra verbal.
Volviendo a los griegos, ellos interrogaban a su entorno tratando de conocer la naturaleza de las cosas. Podemos decir que se producía una especie de diálogo, digamos, entre el observador y una tormenta. Mientras ésta se desarrollaba, el filósofo analizaba los datos que le proveían las nubes, los rayos, la lluvia. Y, aunque esa información fluía en una sola dirección, servía para ir comprendiendo mejor el fenómeno.
Supongamos que nos encontramos con una caja de zapatos. En principio pensamos que dentro de ella hay un par de zapatos pero, al abrirla, descubrimos que hay una docena de huevos. ¿Seguimos pensando que son zapatos?
En ese “diálogo” con la caja hemos recibido cierta información que antes no teníamos y, por eso mismo, cambiamos la idea preconcebida de par de zapatos por docena de huevos.
¿Estamos dispuestos a reemplazar o modificar nuestra opinión en aras de la verdad?
Si algo puede considerarse el motor del conocimiento es la duda, la incertidumbre, las ganas de ir más allá. Cuando decimos “esta es mi opinión” es como estar convencidos de que una docena de huevos es, en realidad, un par de zapatos.
Un futuro mejor será posible con una actitud abierta frente a la diversidad de opiniones, actitud que enriquecerá nuestro espíritu y a nuestra sociedad.



César Gustavo De Gerónimo