Bienvenidos a El Almacén

Lo que embellece al desierto es que en alguna parte
esconde un pozo de agua.

Antoine de Saint-Exupery (1900-1944) Escritor francés.

miércoles, 29 de julio de 2015

Fútbol y Sociedad

Hace un tiempo leí por ahí:

Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, mientras la violencia se practica a plena luz del día; donde pintar un Graffiti es un delito, y matar un toro es un arte; donde la forma de vestir, se valora más que la de pensar; donde la pizza llega más rápido que la policía; donde los animales son mejores amigos que las personas y donde no se intentan solucionar los problemas, sino convivir con ellos.


Los acontecimientos de los que muchos fuimos testigos en ocasión del partido Boca-River por la Copa Libertadores son una pintura exacta de este mundo descrito anteriormente.
La existencia de los “barrabravas” no la desconoce nadie, comenzando por los dirigentes de los clubes, los políticos, los funcionarios y los propios jugadores.


“Nos escondemos para hacer el amor pero la violencia se practica a plena luz del día”.


Así es, los violentos han ganado muchos espacios que antes estaban habitados por personas de trabajo, normales, sin intenciones de delito o de violencia.
Y la sociedad está dejando, pasivamente, que eso ocurra.
Y encima vuelve a poner la confianza en aquellos que no hacen nada por solucionar el problema y además son socios de los delincuentes.
La pregunta que se hacían muchos periodistas (casi todos) era si le correspondía al club Boca Juniors
tantas fechas de suspensión, o si había que terminar el partido. Pocas voces se han escuchado razonar en otro sentido, en el de buscar la solución de raíz, en el de cortar el circuito formado por la dirigencia de todo tipo y la delincuencia.
Esa dirigencia que se esconde para hacer el amor pero negocia con los violentos a plena luz del día y nos obliga a convivir con ellos...


César G. De Gerónimo

Reportajes del programa Razón Social

Taller Protegido Balcarce


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Emprendimiento "Manos trabajando".