En el mes de las tradiciones

...nos preguntamos otra vez a qué nos referimos. Según la definición más extendida, “Del latín traditio, la tradición es el conjunto de bienes culturales que se transmite de generación en generación dentro de una comunidad. Se trata de aquellas costumbres y manifestaciones que cada sociedad considera valiosas y las mantiene para que sean aprendidas por las nuevas generaciones, como parte indispensable del legado cultural.”

Una corriente, tal vez demasiado conservadora, establece que lo tradicional en nuestro país está ligado pura y exclusivamente a la manifestación folclórica, las actividades del campo, el legado cultural del gaucho: el asado, el mate, las tortas fritas, la jineteada, la yerra, etc.
En todo caso, la fecha en que se celebra tiene una connotación muy fuerte para que sea interpretada en ese sentido. El 10 de noviembre de 1834 nacía José Rafael Hernández y Pueyrredón, quien firmara como José Hernández el Marín Fierro, considerada la obra cumbre de la literatura argentina.

José Hernández

En algún  punto, las tradiciones en su concepto amplio, contienen actividades y costumbres que nacieron hace demasiado tiempo y se fueron reproduciendo  al ritmo de las migraciones naturales. Incluir o no alguna de estas actividades como parte de la Tradición puede ser motivo de discusión. 
¿Los ravioles del domingo, el asado, o ninguno?
Para muchos, el traje dominguero del gaucho es una tradición y para otros muchos, desgraciadamente, es motivo de burla.
Las formas y costumbres se van modificando por un proceso natural en el que el hombre es el principal protagonista y hacedor. Las nuevas generaciones traen innovaciones a lo existente y eso es imparable.
Es muy importante para cualquier sociedad conocer profundamente las propias raíces. Las nuevas generaciones aportan lo suyo y eso es ley de la vida. Si se suma el respeto por el pasado, se logra una sociedad con identidad consistente, punto de partida necesario para cualquier proyecto colectivo.
En un país como el nuestro, territorialmente extendido, con corrientes inmigratorias localizadas y, por consiguiente, con una gran diversidad cultural y costumbres regionales muy arraigadas,  es imprescindible el reconocimiento y respeto de esa diversidad.

En el portal de la provincia de Santa Fé encontramos:

“El día de la Tradición se celebra en Argentina el 10 de noviembre, en homenaje al nacimiento del escritor y político José Hernández, defensor del gaucho marginado o perseguido, y autor del Martín Fierro, obra cumbre de la literatura gauchesca, publicada en 1872. La fecha fue fijada por ley en 1939 y la conmemoración, establecida a nivel nacional, en 1975.
Hablar de tradición remite a lo dado y heredado, aquello que identifica a una nación o a una comunidad, el conjunto de bienes culturales que se transmiten de generación en generación, valores, costumbres y manifestaciones conservadas socialmente por considerarse valiosas y representativas: el arte característico de una zona, territorio o grupo social, la música, las danzas, los relatos, al igual que la gastronomía, el folklore y el saber popular.
La tradición, en sí misma, se renueva y actualiza, adquiere nuevas expresiones muchas veces sin perder su esencia. Del mismo modo en la mayor parte de los países, tal el caso del nuestro, es preciso reconocer la mixtura o coexistencia de tradiciones: aquellas que perduran de los pueblos originarios, las de españoles y criollos, la que caracterizó al gaucho, el aporte de los inmigrantes... las tradiciones urbanas y las rurales, todas ellas integrando una polifacética realidad, no siempre apreciadas con la misma intensidad.”