Bienvenidos a El Almacén

Lo que embellece al desierto es que en alguna parte
esconde un pozo de agua.

Antoine de Saint-Exupery (1900-1944) Escritor francés.

martes, 15 de octubre de 2013

Unir las partes

Una antigua leyenda originada en la India conocida como “Los ciegos y el elefante” nos muestra a varios ciegos tratando de describir un elefante a partir de lo que pueden inferir tocándolo con sus manos.
Hay varias versiones pero todas tratan de explicar la importancia de no tener un punto de vista único al momento de analizar una determinada realidad.

Una versión jainista de la historia dice que se le pidió a seis ciegos que determinaran como era un elefante palpando diferentes partes del cuerpo del animal. El hombre que tocó la pata dijo que el elefante era como un pilar; el que tocó su cola dijo que el elefante era una cuerda; el que tocó su trompa dijo que era como la rama de un árbol; el que tocó la oreja dijo que era como un abanico; el que tocó su panza dijo que era como una pared; y el que tocó el colmillo dijo que el elefante era como un tubo sólido.
Un rey les explicó:
-Todos ustedes están en lo cierto. La razón por la que cada uno de ustedes esté diciendo diferentes cosas es que cada uno de ustedes tocó una parte diferente del elefante. Por lo tanto el elefante tiene todas las características que mencionaron.



En el budismo también se menciona esta leyenda:

Un rey reúne a varios ciegos de la capital en su palacio, los pone en presencia de un elefante y les pide que lo describan.
Luego de que cada uno de los ciegos hubo palpado una sección del elefante, el rey se dirigió a cada uno de ellos y le preguntó: “Dime, ¿has visto al elefante? Cuéntame, ¿qué tipo de cosa es un elefante?”
Cada uno de los ciegos describe al elefante de acuerdo a la parte que le tocó y, como no se ponen de acuerdo, comienzan a discutir.
El Buda finaliza la historia de los ciegos comparándolos con predicadores y estudiosos que son ciegos e ignorantes y tienen sus propios puntos de vista:
"Muy similares son estos predicadores y estudiosos que sostienen sus diversos puntos de vista mientras se encuentran ciegos y no perciben lo que les rodea... En su ignorancia ellos son peleadores y discutidores por naturaleza, cada uno de ellos sosteniendo una idea distinta de la realidad."
Luego Buda recita el siguiente verso:

O como se aferran y discuten, algunos que sostienen
¡Ser honorables predicadores y monjes!
Para discutir, cada uno se aferra a su punto de vista.
Este tipo de hombres solo ven un lado de las cosas.


Nuestra sociedad y su realidad es un elefante y nosotros somos los ciegos que tratamos de describirla.
Pero no aprovechamos la conciencia que tenemos de nuestra “ceguera” y tal vez no queremos ver la cola del elefante o su trompa.
La realidad argentina, como cualquier realidad, tiene infinitas partes e  infinitos observadores. Uno de los principios de la Gestalt afirma que el todo es más que la suma de las partes y eso es a lo que tenemos que aspirar ya que la diversidad enriquece, hace mucho más grande a una Nación. La uniformidad nivela para abajo, no permite el crecimiento individual y quita incentivos.
La riqueza cultural se basa en la conjugación de todas las partes. Así como un elefante no es solamente su pata o su lomo, una sociedad es más fuerte cuando todas sus diversidades se unen.
Tengo la esperanza que en algún momento nos decidiremos a unir las partes.



C.G. De Gerónimo

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