El Servicio Meteorológico
Nacional comunica que a los fenómenos meteorológicos que están ocurriendo en centro y norte del país no corresponde asignarles nombres identificatorios, tal
como se está difundiendo en algunos medios de comunicación.
Las tormentas
se
nombran en
la
zona
del
cinturón ecuatorial, en donde
un único
fenómeno, con altas probabilidades de devenir en huracán, se mueve muy velozmente y es difícil precisar su ubicación por latitud y longitud. Por
eso, a partir del año 1953, la Organización
Meteorológica Mundial, de común acuerdo con los 189 países que la integran, determinó que a ese tipo de tormentas tropicales se las nombre con uno de los nombres que aparecen en un listado oficial estipulado por ese organismo internacional.
Acerca de los ciclones tropicales
Una de las condiciones para que se pueda formar una perturbación de este tipo, es que la temperatura de la capa superficial del mar u océano sea superior a los 26° C en una profundidad de
hasta
60 metros.
En estas condiciones se produce
una intensa
transferencia de calor y humedad desde el océano hacia la atmósfera, la que
alcanza su máximo hacia el final del verano boreal.
Esa necesidad de aguas cálidas, que es el verdadero “motor” del ciclón o huracán, explica por qué no se forman en el Atlántico Sur, donde las aguas son relativamente frías, y también porque esas perturbaciones se debilitan al
llegar a las aguas continentales. (Aunque hay un evento registrado en marzo de 2004, que afectó la costa de Brasil
y que recibió el
nombre de Catarina)
La Organización Meteorológica Mundial,
agencia especializada de las Naciones Unidas, integrada por ciento ochenta y nueve países y territorios, entre ellos la Argentina, ha definido a los huracanes o tifones en los siguiente términos: Nombre asignado en el Atlántico Norte, el Caribe, el
Golfo
de
Méjico y la parte oriental del Pacífico
Norte a un ciclón tropical en el que la velocidad máxima del viento en superficie es igual
o superior a 118 km/h.
Desde hace años, se le asignan
nombres a estas perturbaciones para que se las pueda
identificar fácilmente en los boletines de alerta y para que los medios de difusión puedan informar con más precisión para que los correspondientes avisos de alerta lleguen en tiempo oportuno a las
poblaciones y al
público en general.
Desde 1953
estas tormentas llevan nombres que se toman de una lista que establece el
Centro de Huracanes de
los Estados Unidos de América, hasta que es avalada por el Comité Internacional para los Ciclones Tropicales de la Organización Meteorológica Mundial.
Las primeras listas incluían solamente nombres femeninos, pero desde 1979 se le añaden nombres masculinos. Actualmente, se publican seis listas (para seis años) cada una de ellas con 21 nombres masculinos y femeninos, en inglés, francés y español. Estas listas son actualizadas anualmente, eliminándose
de ellas los nombres de las tormentas o huracanes que ya han ocurrido,
y que han ocasionado daños severos y pérdida de vidas.
Los fenómenos meteorológicos precedentemente mencionados,
son
los únicos que con el
muy vasto campo de actividades de la organización Meteorológica Mundial, y de los Servicios
Meteorológicos Nacionales, son identificados con nombres propios masculinos y femeninos.
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